Andy García

Andrés Arturo García Menéndez, conocido como Andy García, es un actor de cine cubano-estadounidense nacido el 12 de abril de 1956 en La Habana. Hijo de René García Núñez, abogado y propietario de una finca, y Amelie Menéndez, profesora de inglés, su vida dio un giro drástico a los cinco años. Tras la imposición del régimen castrista en 1961, su familia se vio obligada a exiliarse en Miami, Florida. En Estados Unidos, los García tuvieron que empezar de cero; sin embargo, con esfuerzo, consiguieron fundar una exitosa compañía de perfumes en la industria de la época. García creció en Miami Beach, donde compartió instituto con el actor Mickey Rourke y, aunque inicialmente jugaba en el equipo de baloncesto, una grave enfermedad durante su último año lo llevó a considerar seriamente la carrera cinematográfica.

Andy García comenzó a formarse en la actuación en la Universidad Internacional de Florida, antes de trasladarse a Hollywood para iniciar su carrera. Sus primeros trabajos fueron papeles breves, como su debut en el primer episodio de la serie Hill Street Blues. La atención de la industria se centró en él en 1986 gracias a su papel en la película Ocho millones de maneras de morir, lo que capturó la mirada del director Brian De Palma. Esta conexión le valió su gran oportunidad en el cine con Los intocables de Eliot Ness (1987), junto a Kevin Costner y Robert De Niro. Esta película, aclamada por la crítica y exitosa financieramente, marcó el verdadero inicio de la carrera de García en Hollywood.

El estatus de estrella mundial de Andy García se consolidó en 1989, cuando Francis Ford Coppola lo eligió para interpretar al codiciado personaje de Vincent Mancini, el hijo de Sonny Corleone, en El padrino III. Esta actuación le valió una nominación al Premio Óscar al Mejor Actor de Reparto. Ese mismo año, coprotagonizó el thriller de acción Lluvia negra de Ridley Scott junto a Michael Douglas, otra película de éxito comercial. Años más tarde, García dejó constancia de su profunda herencia y sentimientos cubanos con su debut como director y actor en la película The Lost City (2005), un proyecto personal que contó con la participación de actores de la talla de Dustin Hoffman y Bill Murray.