La nueva y macabra comedia de Yorgos Lanthimos, Bugonia, presenta una actuación predeciblemente fuerte de Emma Stone y una banda sonora orquestal estruendosa de Jerskin Fendrix. Sin embargo, aunque el clímax ofrece un montaje final maravilloso, la película se siente como una preparación excesivamente larga para ese gran momento. Surge la duda de si esta extraña comedia negra, a veces forzada, se ha ganado la eventual transición a temas trágicos y serios en su desenlace.
La cuestión central de la película reside en si su final traumático y supuestamente significativo logra elevar, retrospectivamente, la importancia de lo que le precede. ¿Coinciden estas imágenes y estados de ánimo trascendentales con la cinta anterior de chistes únicos y humor grotesco de slapstick violento? Lanthimos, trabajando con el guionista Will Tracy, ha rehecho la película coreana de 2003, Save the Green Planet!, cambiando el género de la figura corporativa. La obra evoca reminiscencias del provocador danés Lars von Trier por sus irónicas divisiones en capítulos, o incluso del drama de misterio The Happening de M. Night Shyamalan (2008), debido al tema de la desaparición de las abejas.
El título Bugonia hace referencia a un mito sobre abejas que emergen de un buey muerto, lo cual se relaciona con la trama principal: el anti-héroe, Teddy, interpretado por Jesse Plemons, es un apicultor devastado por la progresiva pérdida de la población de abejas. Teddy culpa de esta “eco-violencia” a un vasto conglomerado farmacéutico y minorista dirigido por la fría y despiadada Michelle, encarnada por Emma Stone. La empresa de Michelle no solo es responsable de la pérdida de abejas, sino que también hirió gravemente a la madre de Teddy con sus medicamentos experimentales.
Teddy, desconfiado de los medios convencionales y consumido por las conspiraciones capitalistas y elitistas encontradas en internet, está convencido de que Michelle es una malvada alienígena del espacio (una “Andromedana”). Con la ayuda de su primo, un joven ingenuo, Teddy secuestra a Michelle y la encadena en su sótano con el objetivo de torturarla hasta que ella y sus compañeros alienígenas prometan dejar a los terrícolas en paz. Michelle, letalmente fría y desalmada, reacciona con una serie de fases similares a las siete etapas del duelo, que van desde amenazas imperiosas hasta la diplomacia y, finalmente, el acuerdo forzado de que, sí, es una alienígena.
A pesar de que el filme evita mostrar las realidades más escatológicas de su encarcelamiento, la película es, en general, muy bien ejecutada. Plemons ofrece una actuación eficiente como el fanático Teddy, y la dinámica con el policía local, Casey (Stavros Halkias), añade una sutil capa de complejidad. Si bien Bugonia es una película muy bien hecha, resulta ser menor que su propia y potente conclusión, y al igual que otras cintas recientes, demuestra lo difícil que es hacer interesante la obsesión por las conspiraciones de internet. Carece de la ingenuidad y audacia de los anteriores trabajos de Lanthimos como Kinds of Kindness o Poor Things, presentándose como una flor espinosa y difícil.
