Bong Joon Ho
Bong Joon-ho, nacido el 14 de septiembre de 1969 en Daegu, es un aclamado director de cine y guionista surcoreano. Decidió convertirse en cineasta durante la escuela media, influenciado por su familia de artistas (su padre fue diseñador y su abuelo un autor notable). Se graduó en sociología en la Universidad Yonsei a finales de 1989, donde fue miembro de su cineclub. A principios de la década de 1990, completó un programa de dos años en la Academia Coreana de Artes Fílmicas, donde dirigió varios cortometrajes, incluyendo su trabajo de graduación, «Recuerdo en el Cuadro e incoherencia», que fue proyectado en festivales internacionales. Su primer largometraje, Barking Dogs Never Bite, fue una sátira social que tuvo un bajo rendimiento en taquilla, pero su siguiente film, Memorias de un asesino (2003), basado en el primer asesino en serie conocido de Corea, alcanzó un gran éxito comercial y de crítica, consolidando su carrera.
La filmografía de Bong Joon-ho continuó evolucionando con éxitos notables tanto a nivel nacional como internacional. En 2006, lanzó The Host (Gwoemul), una película de monstruos que se convirtió en el filme surcoreano de mayor recaudación hasta la fecha y recibió una gran aceptación crítica tras su proyección en el Festival de Cine de Cannes. Posteriormente, dirigió Madeo (Madre) en 2009, la historia de una madre que lucha por salvar a su hijo, que se estrenó en la sección Un Certain Regard de Cannes. Su ambición creció con la cinta de ciencia ficción Snowpiercer (2013), una adaptación de una novela gráfica francesa, y con Okja (2017), que compitió en el Festival de Cannes, demostrando su capacidad para manejar grandes producciones y temas complejos con un estilo distintivo.
El pináculo de su carrera llegó en 2019 con Parásitos (Gisaengchung), una obra maestra sobre la desigualdad social. La película no solo ganó la prestigiosa Palma de Oro en el Festival de Cannes, convirtiendo a Bong en el primer director coreano en lograrlo, sino que también hizo historia en los Premios Óscar de 2020. Parásitos se alzó con cuatro estatuillas, incluyendo los premios a Mejor Película, Mejor Director, Mejor Película Internacional y Mejor Guion Original. Este triunfo lo catapultó a la élite del cine mundial y redefinió la percepción del cine surcoreano a nivel global.


